Nunca he estado en Dublín es una comedia teatral escrita por Markos Goikolea y dirigida por Mireia Gabilondo, que aborda el tema de la aceptación de las realidades personales y ajenas. La obra está protagonizada por Eva Hache, acompañada por Carolina Rubio, Iñigo Aranburu e Iñigo Azpitarte. A través de una trama familiar que transcurre en la noche de Navidad, se exploran las tensiones y fantasías de los personajes, destacando cómo cada uno construye su propia verdad y cómo esa verdad afecta a las relaciones cercanas.
La historia sigue a la familia Amesti, que se reúne tras años de distancia para celebrar las fiestas. Elena, la hija menor, regresa de Londres acompañada de su novia irlandesa Cindy, quien resulta ser una figura imaginaria. Este personaje simbólico desencadena conflictos y revela las propias ilusiones de los demás miembros de la familia, creando una mezcla entre la comedia y la reflexión sobre la necesidad de encontrar una ilusión que haga más llevadera la vida.
A lo largo de la obra, el público es testigo de un juego entre lo real y lo imaginario, mientras los personajes intentan sobrellevar sus propios anhelos y frustraciones, en una noche que sacará a la luz sus miserias más profundas.
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