Jasmine Van Den Bogaerde fue apodada Birdy por sus padres cuando era sólo un bebé. Parece pronto para bautizarse con un nombre artistico, pero esta cantante inglesa quema etapas a una velocidad de vértigo. Como su arte, resulta prácticamente prodigiosa. sólo tenía 8 años cuando comenzó a componer, ahondando en una sensibilidad artística que a día de hoy roza la auténtica madurez. Y apenas cuenta con 20 años.
Hija de un escritor y una pianista, creció en un ambiente más que favorable para la creación. Su primera oportunidad surgió a los 12 años, cuando ganó el concurso de talentos Open Mic U K. Su primer lanzamiento, una versión del “Skinny Love” de Bon Iver , vió la luz cuando este joven prodigio tenía sólo 14 años.
En 2017 cuenta ya con tres trabajos de estudio (Birdy, Fire Within y Beautiful Lies) con los que se ha labrado un amplio reconocimiento en todo el mundo. Tanto, que su música ya forma parte de películas internacionales, como Los juegos del hambre o el largometraje de Disney Brave.
Una voz única, un sonido natural e intimista y un talento orgánico para la música la han convertido en el futuro de la música pop que ya triunfa en el presente.
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