Lluís Homar dirige Alma y Palabra a través de lo que él califica como «tres herramientas de luz maravillosas para transitar del desasosiego al sosiego»: Se trata de la poesía mística de San Juan de la Cruz, la música con piezas de la Música callada de Mompou o la pintura con el cuadro Cristo crucificado de Velázquez, con dramaturgia de José Carlos Plaza. De esta manera, la obra se centra en el camino que lleva a la renuncia de los bienes materiales con el propósito de hallarse a uno mismo y lo trascendental, así como San Juan de la Cruz lo expresaba en sus textos.
Adriana Ozores y el propio Lluís Homar ponen voz a los versos de este gran poeta, acompañados por Emili Brugalla al piano con piezas de Frederic Mompou. Director y artistas desean acercar al público a esa travesía que se da cuando tenemos que renunciar a nuestros deseos de poseer todo, y enfrentarnos a lo desconocido cuando nos desprendemos de las comodidades materiales.
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