Tras enterarse de que el edificio donde vivía había sido vendido a un fondo de inversión, un inquilino decide quitarse la vida al no poder soportar la idea de ser desahuciado. Tras este hecho, los nuevos propietarios deciden reubicar a los demás habitantes en un barco de forma temporal, que ahora tendrán que vivir con la incertidumbre de no saber cuál será su destino en "Archipiélago".
El barco es una especie de metáfora de una isla sin apenas recursos para los menos privilegiados. Begoña Caparrós trata de aludir a la metáfora de Caronte: Personaje de la mitología griega que transportaba las almas de los muertos en un barco para que Hades, dios de la muerte, juzgara su destino.
El espectáculo tiene una duración aproximada de una hora.
Este espectáculo es apto para mayores de 18 años.
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