Pere Arquillué dirige Un déu Salvatge, una versión de la obra ineludible de Yasmina Reza que ya se ha convertido en un clásico contemporáneo.
Dos parejas se reúnen para resolver, de forma civilizada, un incidente entre sus hijos: el hijo de una de las parejas ha golpeado al del otro matrimonio en el parque. Al principio, ambos lados adoptan un tono conciliador, defendiendo la tolerancia y el entendimiento. Sin embargo, a medida que avanza la conversación, pequeñas tensiones surgen y crecen, transformándose en un enfrentamiento abierto.
Lo que empieza como una discusión por sus hijos, se convierte en una lucha feroz por defender sus propios territorios. Pronto, la confrontación estalla no solo entre las parejas, sino también dentro de ellas. En ese caos, emerge el "dios salvaje" que habita en cada persona, revelando sus frustraciones e insatisfacciones.
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