Tras 35 años sobre el escenario, Marco Moncloa es ya todo un veterano de la Ópera y la Zarzuela que representa el arte de nuestro país. Con la intención de acercar el género lírico a todo el mundo, participa como actor, cantante y director en un proyecto tan pionero y revolucionario como es el I Festival de Zarzuela y Ópera que se celebrará en el Teatro Amaya del 20 de octubre al 13 de noviembre de 2022. En él, se presentarán obras tan emblemáticas como La Gran Vía, Rigoletto, La Corte de Faraón o La Revoltosa: signos de identidad de la lírica.
¿Cómo surge la idea de organizar esta primera edición del festival?
Nosotros desde L’Operamore queríamos traer y acercar el género lírico, un género que creemos que está bastante abandonado por parte de las instituciones públicas. Yo vengo de tres generaciones de zarzuela, le tengo mucho respeto y mucho amor.
Participas en varios de los títulos como actor y cantante, pero además eres el director artístico del festival y escénico en algunos casos, ¿cómo es compaginar tantas facetas diferentes?
Realmente yo soy barítono. Toda mi carrera la he hecho cantando pero siempre he estado muy ligado y muy cerca de la interpretación. Valoro tanto cantar bien como actuar bien, porque creo que un artista es eso, si no es solamente un cantante. Para mi hay dos tipos de personajes: el cantante que canta y hace música y el artista que canta, hace música, y también hace emocionar al público. Yo busco eso en todas mis actuaciones y es lo que exijo ahora en los montajes. Me he atrevido a dirigir y, lógicamente, después de 35 años sobre las tablas quiero poder enseñar a gente joven que está en este proyecto a desenvolverse encima de un escenario.
¿Cuál ha sido el mayor reto para ti?
El mayor reto lo estoy teniendo a diario a la hora de dosificar. Los cantantes líricos que cantamos ópera y zarzuela somos un poco frágiles, tenemos que tener reposo, dormir bien nuestras horas de sueño… Es como hacer vida de deportista de élite. Si entrenas más de la cuenta te puedes lesionar, si no descansas te puedes lesionar, si tienes mucho estrés puede provocar agotamiento muscular y todo esto llevando la producción y la dirección es realmente el mayor reto.
Este festival tiene unos precios bastante asequibles y esta puede ser una oportunidad para acercar el género lírico a todo el mundo.
Es una gran oportunidad viendo lo que se está haciendo por ahí y la poca oferta que tiene el público que quiere ver zarzuela, y no solo durante 5 o 10 días al año. Creo que era necesario un teatro que aunque sea de una forma modesta, ofrezca al público títulos emblemáticos con el mayor de los respetos.
¿Pasa lo mismo con la ópera?
Hay un público que no conoce la ópera y que le gustaría hacerlo, pero no puede acceder a pagar los precios de, por ejemplo, la única casa de ópera que tiene Madrid que es el Teatro Real. Yo creo que Madrid necesita un teatro que tenga una cierta programación a unos precios asequibles.
Madrid necesita un teatro que tenga una cierta programación a unos precios asequibles
¿Cuánto cuestan las entradas para el I Festival de Ópera y Zarzuela?
Nosotros tenemos entradas desde 14 euros, hasta la más cara que son 50. Bastante menos que cualquier comedia musical de las que se ven hoy en Madrid.
¿Qué van a poder encontrar en este festival?
Van a ver algo muy serio, muy trabajado, con muy buenos profesionales que mezclan tanto a aquellos que están deseando comerse el escenario y necesitan una oportunidad de demostrar que tienen una voz y una valía, como veteranos de toda la vida que pisan muy fuerte: Carmen Aparicio, Ricardo Muñiz, Amelia Font, Teresa Castal, Didier Otaola… Gente que lleva muchos años haciendo grandes producciones a nivel nacional y que quieren apostar por el género y poner su granito de arena en este festival del teatro Amaya.
¿Con qué quedarías satisfecho, es decir, que esperas de parte del público para poder decir: ha merecido la pena el esfuerzo?
Yo me daría por satisfecho si el festival empieza con un público y poco a poco se va llenando la sala. Ese sería mi éxito.
Todas las obras que representáis son imprescindibles y tienen solera en nuestra historia, ¿qué las hace tan especiales?
Son las joyas de la lírica española y del género chico. La composición orquestal y los libretos son maravillosos y enseñan muy bien lo que era el Madrid de la época. Hemos elegido unos títulos que van a encantar, que van a hacer disfrutar y con los que vamos a poder enseñar la forma clásica de hacerlo. Para mi lo transgresor es que vamos a poder hacerlo tal y como quería el compositor, pero desde un punto de vista actoral moderno respetando lo que querían los autores, tanto de música como de libreto.
Hemos elegido unos títulos que van a encantar, que van a hacer disfrutar y con los que vamos a poder enseñar la forma clásica de hacerlo
En concreto La Corte de Faraón se dice que es “fácilmente adaptable a los gustos actuales”, ¿A qué se refiere?
Tiene unos tintes eróticos, sensuales y es muy cómica pero también hay partes vocales muy serias. Puede gustar a cualquier tipo de público: al joven porque no esperará reírse tanto con unas situaciones muy simpáticas, y luego musicalmente es una especie de mini-ópera. El número de presentación de La Corte del Faraón es muy grandioso, muy Aida.
¿Y Rigoletto?
Con la ópera Rigoletto queríamos demostrar también al Teatro Amaya que no solo hay un público al que le guste y quiera ver zarzuela sino también ópera, y que no puede asistir al Teatro Real pero que quiere ir a ver los títulos de siempre. Además, otro público al que queremos acoger es aquel que no ha ido nunca a la ópera y está buscando la oportunidad de hacerlo. Hacemos esta primera incursión con mucha esperanza y mucha ilusión.
La Ópera y la Zarzuela son dos géneros que muchas veces no tienen el protagonismo que merecen o no despiertan el interés tanto como otros, ¿a qué crees que se debe?
La ópera es un tema aparte, porque es algo internacional: un coreano, un norteamericano, un alemán, un inglés conocen Rigoletto. La ópera se hace en todas las casas de ópera de todo el mundo, hay unos cuantos cientos de teatros de ópera, pero la zarzuela no. La zarzuela tenemos que hacerla y exportarla desde España, porque es un género español. En su día, cuando mi madre y mi tío dirigían, conseguimos exportarlo y hacerlo por todo centro de América, Sudamérica, Japón, Israel, Australia, Atenas… y la gente bramaba, y eso que eran extranjeros y no entendían el idioma, solo sentían la música, escuchaban, veían los bailes, las coreografías. Y esto se ha ido perdiendo porque el español en general es un poquito acomplejado, y pensamos que lo de fuera es mejor que lo nuestro.
¿Cómo podríamos cambiar eso?
Yo creo que son las instituciones las que deben actuar. Hay que exigir que el dinero público vaya también para colegios y sepan, al menos, que una vez al año existe un género como este y que igual que llevamos a los niños a ver una obra de Pío Baroja o de Valle-Inclán, pueden ir a ver Zarzuela y darse cuenta de que esto es nuestro. Esto tan bello, esta Verbena, esta Revoltosa, estos Gigantes… Pero es una tarea pública más que privada.