El verano se llena de humor negro y descabellado de mano del dramaturgo británico Joe Orton. Desde el 1 de julio y hasta el 30 de agosto se representará, de manera ininterrumpida, ‘Lo que vio el Mayordomo‘ , una gran farsa de enredo que nos hará reír y ofendernos a partes iguales en el Teatro Infanta Isabel de Madrid.
Los horarios de representación de Lo que vio el mayordomo en Teatro Infanta Isabel de Madrid son los siguientes: martes a viernes 20:30 h., sábados 19:00 y 21:30 h., y domingos 19:00 horas. Las entradas para Lo que vio el Mayordomo ya están a la venta al mejor precio a través de Taquilla.com.
Enredos, malentendidos, injurias y escenas subidas de tono se suceden en esta comedia británica. Pero, en realidad, el mayordomo nunca vio nada. Joe Orton, original y descarado, tomó prestado el nombre de unas máquinas inglesas, que durante el siglo XX permitían ver durante unos segundos imágenes eróticas en sepia como quién espía a través de una rendija. Y esta es la intención de la obra, mostrar a través de una cerradura una sucesión de catastróficas situaciones de humor completamente negro.
John Kingsley Orton nació en Leicester en 1933, y hasta su temprana muerte se dedicó a ultrajar, indignar y asombrar al público con sus blasfemas comedias y sus novelas rompedoras. No fue un dramaturgo al uso. Robó libros para modificarlos con ilustraciones obscenas, escribió radionovelas sobre la muerte y murió asesinado a manos de su amante.
Lo que vio el mayordomo es una de sus obras más controvertidas, inacabada debido a su pronto asesinato. En ella, un prestigioso psiquiatra aparece entrevistando a su futura secretaria con unas pruebas muy poco convencionales (ni éticas), cuando su mujer, después de haber asistido a una convención de lesbianas, aparece por la puerta. La pieza teatral es desde ese momento una sucesión de enredos y decisiones de dudoso gusto por parte de sus protagonistas, que no te dejarán indiferente.
Ortonesco llegó a convertirse en un neologismo británico que significa “ultrajantemente macabro”. Y «Lo que vio el Mayordomo» es, sin duda, su mejor definición.