Todos los que, año tras año, esperamos con ansia la gala de los Premios Goya sabemos que está llena de momentos emocionantes. La alfombra roja, los discursos de los ganadores, el In Memoriam, las actuaciones entre cada categoría, las pullitas a los políticos asistentes, etc. Sin embargo, solo algunos instantes quedan grabados en nuestra retina, normalmente por provocarnos grandes carcajadas y alguna que otra lagrimita. Por ello, hemos querido hacer una recopilación de algunos de los momentazos que nunca olvidaremos de los Goya de los últimos años. ¡Disfrútalos!
La abuelita de Daniel Guzmán
Reconoce que te emocionaste con Antonia Guzmán en la gala de 2016. Con 93 años, esta elegante y adorable abuelita acaparó todas las miradas desde que pisó la alfombra roja cogida del brazo de su nieto Daniel, director de A cambio de nada. Ambos estaban nominados por este largometraje, él como director y ella como actriz revelación. Antonia no consiguió el cabezón, pero sí robarnos el corazón. Además, convertirte en la actriz de más edad nominada a un Goya de toda la historia, siendo la primera película en la que participaba, tiene mucho mérito. Daniel Guzmán se alzó vencedor de su categoría y fue durante su discurso cuando supimos que nos costaría olvidar a esta entrañable pareja.
Enfundada en un elegante vestido, Carmen Machi abría la gala de 2009 como maestra de ceremonias. Mientras bromeaba sobre los motivos que le habían llevado a aceptar dicho papel, José Coronado irrumpía en el escenario para darle la bienvenida nada más y nada menos que plantándole un beso apasionado. Sin embargo, Carmen pareció quedarse con ganas de más, así que Santi Millán salió a escena para darle un beso de película. Ambos se encontraban en el escenario para anunciar el ganador a mejor actor de reparto, pero Millán no quiso desaprovechar la ocasión y, ni corto ni perezoso, se lanzó a los labios de José Coronado, arrancando risas y vítores a presentes y espectadores.
«No se lo espera él» decía Terele Pávez antes de anunciar a Dani Rovira como ganador del Goya al mejor actor revelación por Ocho Apellidos Vascos. Por las caras de sorpresa de los protagonistas de la que fue la gran triunfadora de la noche, realmente debió ser así. En ese momento, Rovira se convirtió en la segunda persona que recibía un cabezón en la gala que él mismo estaba presentando. Qué bien que se sentara junto a Clara Lago, su pareja dentro y fuera de la pantalla, para recibir la noticia. Ella le dio un beso que nos emocionó a todos, como si de Iker Casillas y Sara Carbonero en el Mundial de 2010 se tratase. Ni el equipo de Ocho Apellidos Vascos ni la familia de Dani Rovira consiguió contener la emoción, mientras él subía al escenario a recoger su premio.
Dicen que las comparaciones son odiosas. No obstante, el revuelo que causó el hecho de que Leonardo DiCaprio ganase el Oscar el año pasado después de años intentándolo nos hizo recordar algo: hasta hace unos años España tenía su propio «eterno perdedor». Sí, hablamos de David Trueba. Y es que no fue hasta 2014 cuando el artífice de Vivir es fácil con los ojos cerrados se alzó con el cabezón a mejor director. Antes estuvo nominado en seis ocasiones. Aunque su merecido premio era de esperar, ya que Vivir es fácil con los ojos cerrados era una de las más nominadas y de las candidatas favoritas en varias categorías. De hecho, esa noche no defraudó y el largometraje se hizo con seis galardones, entre ellos el de mejor película. Trueba triunfó, al fin. Atentos a su discurso, no tiene desperdicio.
La Academia de Cine suele sorprender con sus decisiones, para bien o para mal. Sin embargo, el Goya a mejor director en 2013 tenía que ser para J.A. Bayona por Lo Imposible. En ese momento esta película era la más taquillera de la historia de España, solo desbancada por Ocho Apellidos Vascos unos meses después. Además, esa noche logró cinco de los Goya a los que estaba nominada. Lo imposible emocionó a la crítica y al público, por su crudeza, su intensidad y su entrañable historia. Sobre todo, lo que más impactó fue el hecho de que estaba basada en la historia real que vivió una familia de españoles en el Tsunami de Tailandia de 2004. Este momentazo tiene que ver con ellos ya que, durante su discurso, J.A. Bayona regaló su premio a María Belón, la verdadera protagonista de esta historia, ante el aplauso de todos los presentes.
Como decíamos antes, las actuaciones entre premio y premio nos dejan momentos muy divertidos para el recuerdo. Presentadores, nominados y asistentes suelen interpretar números musicales llenos de baile, gags y críticas sociales y políticas relacionadas con la industria del cine. Uno de los más recordados es el rap que, conducidos por El Langui, interpretaron los actores Javier Gutierrez, Juan Diego, Antonio Resines y Tito Valverde. Este peculiar quinteto apareció en el escenario con un vestuario al más puro estilo Men in Black (gafas de sol incluidas) para ofrecer una actuación sin precedentes. Con su reivindicativo y divertido rap consiguieron desatar las risas entre los asistentes, incluso que les coreasen.