Cuenta la leyenda que, hasta hace unos pocos años, el amante de la música extrema podía atravesar el verano saltando de festival en festival por toda la península ibérica. Sonisphere, Metalway, Kobetasonik y otros tantos conciertos se sucedían cada fin de semana para ayudarnos a superar las altas temperaturas a golpe del mejor metal de la historia y otras sonoridades afines.
Hoy, la electrónica ha desplazado definitivamente al metal, e incluso al rock, y mientras dulces niñas bailan en los “official aftermovies” de los nuevos festivales con flores en la cabeza con David Guetta sonando de fondo, algunos recordamos cómo melenas haciendo headbanging y cerveceros amantes del metal más extremo llenaban nuestros veranos.
España tiene a día de hoy el dudoso honor de ser país con mayor tasa de cancelación de festivales del continente. Nos encontramos nostálgicos, ¿qué ha sido del rock and roll?
KOBETASONIK. Aterrizó en el 2008, sorprendió, arrasó, lo intentó un segundo año y desapareció tan rápido como había llegado a nuestras vidas. El Kobetasonik fue un destello fugaz para el hard rock en España, forjando un mito de tan sólo dos ediciones.
Podría sonar exagerado, pero un cartel formado por Kiss, Judas Priest, Dio, Europe, Slayer, Ministry, Saxon, Gammay Ray y muchos veteranos más merece nuestra más profunda reverencia. La segunda edición intentó salvar el pellejo con un aceptable cartel con Marilyn Manson, Mötley Crue, Journey, Dream Theatrer y Machine Head tomando el relevo, pero nada volvió a ser lo mismo.
SONISPHERE. Avalado por los experimentados organizadores de gigantes del heavy como el Download Festival o el Monsters Of Rock, el Sonisphere comenzó a realizarse de manera conjunta en el año 2009 por varias ciudades europeas. Surgió como una grandísima promesa: Metallica, Iron Maiden, Alice Cooper, Apocalyptica, Twisted Sister, Soundgarden, The Offspring, Machine Head, Slayer, Evanescence, …
Presentó los carteles más potentes durante varios veranos, pero sus últimas ediciones dejaron al público bastante frío, hasta congelarlo con la noticia (a través de un escueto tweet a un seguidor) de que no volverían a España.
LORCA ROCK. Con 12 años de trayectoria, en su última edición de 2009 ya era uno de los festivales más consolidados de España. Iron Maiden, Manowar, Dream Theater, Whitesnake, Europe o Scorpions habían pisado su escenario, entre muchos otros grandes grupos internacionales internacionales.
Sus últimos cabezas de cartel fueron Arch Enemy, Biohazard, Meshughah, Sepultura y Orbituary, que trataron de salvar en vano un barco destinado al naufragio. El organizador del festival señaló al cambio de alcalde de la localidad como una de las principales causas de su desaparición.
El Monsters of Rock nunca volvió a nuestro país, y ahora cuenta con una fuerte apuesta en Argentina, Chile o Brasil.
METALWAY. Fue el gran damnificado del doble festival que pretendía salvar simultáneamente el Monsters of Rock y el Metalway, celebrado durante dos fines de semana consecutivos. Tendría lugar el sábado, después del accidentado Monsters of Rock, pero nunca llegó a celebrarse. Con una primera edición en 2005, dejó colgado un cartel en 2008 con Iron Maiden a la cabeza, Slayer, Avantasia, Iced Earth y Avenged Sevenfold.
FESTIVAL MACHINA. Moncofa, una pequeña población levantina, observó sorprendida como durante tres años seguidos las melenas, el rock y el color negro conquistaban sus rincones de sol y playa. Savatage, Bruce Dickinson y Suicidal Tendencies fueron algunas de las apuestas más potentes de este ambicioso proyecto, pero dejó un déficit presupuestario de 108.180 euros que ni los más convencidos organizadores habrían podido sufragar.
