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Halloween es una de las noches más esperadas del año para todos los amantes de los disfraces, los dulces y todo lo relacionado con el terror. Esta celebración ha evolucionado en una festividad cada vez más comercial. Sin embargo, son muchos los países que siguen manteniendo las costumbres tradicionales de honra a sus muertos. En Taquilla.com nos encanta conocer nuevas culturas y, a poder ser, viajar para conocerlas de cerca. Por ello, con esta recopilación solo queremos abrirte el apetito ante una noche que, desde sus humildes orígenes, se ha ido bifurcando para dar paso a celebraciones de todo tipo.

Noche de Muertos, en México

Esta celebración es una de las más importantes de latinoamérica. México se desmarca de los países que han adoptado la festividad estadounidense ya que, desde la época prehispana, los indígenas aceptaban la muerte como parte de la vida y, por ende, le rendían culto. En la actualidad, el Día de Muertos se celebra montando altares en cada hogar para recordar a los difuntos. Estos monumentos se decoran con todo tipo de objetos: fotografías, velas, comida, flores… el objetivo es que los espíritus de sus seres queridos abandonen el más allá durante unos días y vuelvan para visitar a sus familiares y amigos.

Se trata de una fiesta por todo lo alto para honrar a los que ya no están. Se celebra normalmente entre los días 31 de octubre y 2 de noviembre, aunque hay regiones del país en las que puede durar varias semanas.

Zaduszki, en Polonia

El día 2 de noviembre los polacos acuden en masa a los cementerios a visitar y rendir homenaje a sus difuntos. Las familias improvisan altares en las tumbas llenándolas de flores, generalmente crisantemos, azucenas o claveles y dulces de todo tipo, dependiendo de la región. Las calles de las distintas poblaciones se llenan de personas silenciosas que procesionan hasta los cementerios para cubrirlos de miles de velas. La luz de los cirios ilumina la noche y convierte los cementerios en espacios oníricos llenos de magia.

El Zaduszki no solo se celebra en Polonia. También es tradicional de otros países eslavos, como Serbia, Eslovenia y Eslovaquia. A pesar de que en cada zona se tienen unas costumbres distintas, todas tienen una cosa en común: los muertos son los protagonistas y la fiesta es por y para ellos.

Gai Jatra, en Nepal

En este país asiático el Día de los Muertos se celebra en el mes estival de Bhadra. Gai Jatra significa literalmente procesión de las vacas. Esta festividad viene la tradición religiosa hindú y está basada en la creencia de que la vaca es el animal que guía por el más allá a la persona fallecida. Cada familia construye una vaca de bambú por cada ser querido que hayan perdido ese año. Se decoran con todo tipo de artilugios, como coloridas telas o retratos de los fallecidos.

En Nepal el Día de Difuntos es una fiesta carnavalesca, lejos de lo lúgubre o lo terrorífico. Las calles se llenan de color, flores, música y tienen cabida todo tipo de actividades y expresiones artísticas.

Teatro y gastronomía, en España

En España también tenemos nuestras propias tradiciones. A pesar de que cada vez surgen más formas alternativas de celebrar esta fiesta, la tradición católica es la que ejerce mayor influencia en nuestro país. Junto a las castañas, los dulces son los protagonistas de esta celebración. Los huesos de santo, buñuelos de viento, panellets, rosquillas de anís, borrachillos o los rosaris son buena muestra de ello. Según en la comunidad autónoma en la que estés, encontrarás unas costumbres u otras, pero todas tienen en común lo que más nos gusta a los españoles: la fiesta siempre alrededor de la mesa.

El día 1 de noviembre, es tradicional ir al cementerio y llevar flores a las tumbas de los seres queridos. Otra costumbre muy arraigada es la representación de Don Juan Tenorio, al estar una de sus escenas muy relacionada con el Día de los Difuntos. Se trata del momento en el que al protagonista se le aparecen los fantasmas en el cementerio. Incluso hay lugares en los que se representa ¡en el propio cementerio!

Disfraces y dulces, en Estados Unidos

Es una de las fiestas más importantes de la cultura estadounidense. Se trata de una celebración por todo lo alto en la que participa todo el mundo. Se organizan actividades lúdicas, tanto en las escuelas como en la calle, los vecinos demuestran hasta donde llega la imaginación decorando sus casas y jardines, los comercios preparan eventos especiales, etc.

La tradición estadounidense para esta noche de brujas es la que más se ha extendido a otros países del mundo. Cada vez son más los lugares en los que se decoran calabazas, se celebran fiestas de disfraces y en las barriadas donde es posible, se juega al típico truco o trato. Esta tradición tiene su origen en la Edad Media y consistía en que los niños iban a casa de sus vecinos a por unos pasteles a cambio de una oración por los fallecidos de la familia. En la actualidad, el juego ha evolucionado de forma más picaresca: si no hay dulces, comienzan las travesuras.

El Samhain, en Irlanda

Esta celebración es una fiesta pagana de origen celta, que se remonta al año 100 D.C. El Samhain marcaba el final de la cosecha y durante los festejos se almacenaban los excedentes para prepararse para el invierno. Los celtas creían que esa noche los espíritus de los muertos volvían para vagar por nuestro mundo. Por ello, encendían hogueras y se disfrazaban para ahuyentar a las malas almas.

A día de hoy, la celebración es parecida: los protagonistas son los disfraces y las hogueras. Los niños pasean por las calles pidiendo dulces. Uno de los alimentos que se comen esa noche son los Barm Bracks, un bizcocho que contiene una moneda y un anillo y quien los encuentra tendrá fortuna y se casará ese año, respectivamente. Los vecindarios se llenan de calabazas talladas.

¿Os resulta familiar esta forma de celebrarlo? Quizá no sabíais que la popular tradición estadounidense para la noche de Halloween tiene su origen en el Samhain irlandés.