- Los zoos y acuarios continúan enfrentándose a grandes gastos independientemente de la crisis: la prioridad sigue siendo cuidar de los animales
- Algunas medidas de cara a la apertura serán los controles de aforo, control de accesos, la gestión de las colas, refuerzo en las rutinas de limpieza y desinfección, y limitación de acceso a determinadas áreas
No es ningún secreto que la actual crisis sanitaria producida por el Coronavirus ha supuesto un gran impacto para los zoológicos y acuarios españoles. Desde que se proclamó el Estado de Alarma el pasado 14 de marzo estos centros se han visto forzados a paralizar completamente su actividad, cuando la temporada apenas estaba comenzando. El cierre prolongado de sus instalaciones no evita los altos costes de mantenimiento que deben seguir soportando, ¿en qué condiciones podrán estas empresas reabrir sus instalaciones?
Desde la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA), afirman: “A pesar de estar cerrados al público, todos los centros siguen teniendo elevados gastos para atender el mantenimiento de las instalaciones, especialmente en lo referente al cuidado y bienestar de los animales”. AIZA es una entidad conformada por los zoos y acuarios españoles y portugueses que busca, desde sus inicios, la conservación, educación, y confort de los animales. Es por esto que, los zoológicos y acuarios tienen un problema adicional al resto de parques de ocio o entretenimiento, y es que durante todo este período de inactividad han tenido una prioridad: asegurar la salud y comodidad de las especies. Además, añaden: “Este desequilibrio entre ingresos y gastos supondrá de manera inminente riesgos de liquidez, y un cierre prolongado podría derivar en efectos económicos y laborales irreparables sobre el sector. Son muchos los centros que se han visto obligados a acogerse a los ERTE por causa de fuerza mayor”.
La prioridad del sector ha sido en todo momento mantener unos adecuados niveles de seguridad y calidad de vida de los animales, y a pesar del cierre de las instalaciones, los equipos humanos esenciales de todos los centros han continuado atendiendo las necesidades de cada ser vivo que habita el zoo.
La prioridad del sector ha sido en todo momento mantener unos adecuados niveles de seguridad y calidad de vida de los animales, y a pesar del cierre de las instalaciones, los equipos humanos esenciales de todos los centros han continuado atendiendo las necesidades de cada ser vivo que habita el zoo. La atención veterinaria ha supuesto un esfuerzo económico añadido especialmente grande para los zoos de menor tamaño. Por este motivo los parques y zoológicos solicitan al Gobierno apoyo económico y laboral para la reapertura, con medidas que faciliten la vuelta a la normalidad, tales como la extensión de la duración de los ERTE.
La asociación ha estado trabajando con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para reabrir los parques en la Fase 2 estableciendo unos estadios transitorios realistas, “con aforos limitados y otras medidas de seguridad para garantizar la seguridad de los trabajadores y los visitantes en todas las instalaciones”. Aunque por lo general, los zoológicos tienen una superficie muy amplia y se encuentran al aire libre, por lo cual pueden permitirse mantener debidamente la distancia social, a la vez que garantizan un aforo considerable.
“Gran parte de nuestra actividad se desarrolla al aire libre, lo que supone una ventaja para poder aplicar medidas de distanciamiento ya que el público puede pasear y observar a los animales sin interaccionar con otros clientes” nos explican desde AIZA. Esta situación puede ser más compleja e incierta en el caso de los acuarios, cuya extensión es mucho más reducida y suelen ser recintos cerrados.
En cualquier caso, AIZA confirma que están trabajando en una serie de medidas para convertir los zoos y acuarios en “espacios de ocio seguro y saludable”. Aunque finalmente sea la autoridad sanitaria quién establezca las medidas concretas, algunas de estas serán los controles de aforo, el control de accesos, la gestión de las colas de forma similar a como se ha estado haciendo en otros comercios, refuerzo en las rutinas de limpieza y desinfección, limitación de acceso a determinadas áreas, y alguna que otra estrategia más dispuesta a asegurar el bienestar de cada persona que visite el parque. Sea como sea, la asociación asevera que los parques solo volverán a abrirse cuando realmente sea seguro hacerlo, y que se seguirán todos los consejos gubernamentales sobre salud y seguridad.
El congelamiento de los desplazamientos turísticos representa la dimensión más preocupante de la situación actual, y mientras no se solucione esta problemática, habrá bastante incertidumbre y no se podrá conseguir la normalidad total del sector. No obstante, los visitantes podrán volver a los zoos y acuarios desde el momento de la reapertura, y aunque el comienzo sea costoso, la asociación se mantiene optimista: “los turistas se acostumbrarán a esta nueva realidad, y la sociedad se adaptará a la situación”.
Texto: María Ródenas Antón