Agua, malta, lúpulo y levadura. Cuatro palabras para que nazca la magia. Y sólo tres pasos básicos (maderación, cocción y fermentación), cuidados con exquisito esmero y recetas únicas para crear así un universo, el de la cerveza artesana, que poco tiene que ver con la cerveza industrial que conocíamos. Como su propio nombre indica, es puro arte.
Muchas cosas son las que nos diferencian, pero por suerte siempre hay una que nos une al calor de uno de los sabores más codiciados del mundo: la cerveza. Pilsen o stout, lager o ale, su variedad cromática y gustativa se extiende hasta el infinito atreviéndose cada día con nuevas sensaciones. Hoy te traemos una guía completa sobre su mejor versión: la cerveza artesana. Te contamos cómo descubrirla en Madrid paso a paso, con los mejores locales, opiniones y variedades.
LOCALES DESTACADOS
Chinaski de Lavapiés
Hace seis meses que el bar Chinaski se mudó a Madrid, y no podía haber encontrado mejor hogar que Lavapiés. En pleno corazón del multicultural barrio encontramos un refugio repleto de color y de sonrisas, donde se han aunado la experiencia hostelera y una nutrida trayectoria en el mundo de la elaboración cervecera para dar lugar a un negocio abierto y heterogéneo. El resultado, como ellos mismos dicen “un bar de barrio en pleno centro de Madrid”. En él encontraremos una amplia variedad de cervezas artesanales, colaboraciones internacionales y curiosidades traídas de toda España. Pero también talleres, fiestas, familias, perros y eventos habituales de presentación de música y cultura donde la tolerancia es la máxima.
“Desde Chinaski siempre tuvimos clara una vocación de taberna, entendiendo taberna en el mejor sentido de la palabra. Muchas cervecerías especializadas optan por disponer solo de cerveza, en muchas no es posible tomar un café. Es una filosofía que respeto y como consumidor me agrada, pero Lavapiés es un barrio con una idiosincrasia muy fuerte, que nos gusta mucho, y queríamos dar un aire que se diferenciara. Por ello disponemos de vinos, licores, amargos, vermús e incluso absentas cuidadosamente elegidas que merecen atención especial en la carta. Así mismo,tenemos nuestra pequeña cava de envejecimiento de cervezas. Por otra parte, Chinaski es un espacio multidisciplinar donde nos gusta mucho que ocurran cosas. En apenas seis meses de vida hemos presentado fanzines, discos, libros, hemos proyectado vídeos, recibido a muchos cerveceros de aquí y de allí…»
Y es que el Chinaski es un hervidero no sólo de amantes a la cerveza, si no de actividades culturales que con ella tienen que ver, además de otras más independientes. Una apuesta por la cercanía, la comunidad y la cerveza que no puedes dejar de visitar.
La casa de la cerveza
Treinta grifos y tres décadas de actividad respaldan el nombre de esta cervecería situada en la preciosa Luchana. Están especializados en cervezas artesanas y belgas, pero su carta es tan extensa que acaba convirtiéndose en una de las más amplias de Madrid en lo que a artesanales se refiere. Su público, una formada y creciente avalancha de amigos del lúpulo, destacan su trato cercano y las sesiones de catas que realizan en el local.
Fábrica Maravillas
Bienvenidos a la joya de la corona, uno de los locales más destacados de la capital debido a un principio difícil de superar: no sirven nada que no sea absolutamente artesanal. Así es como se define un auténtico brewpub, y es que aseguran haber sido pioneros en Madrid sirviendo un producto de fabricación propia. Abierto en el 2012, establecieron esa especie de año 0 de la cerveza artesanal en la capital. Su principal virtud: la frescura. La Fábrica Maravillas huele a fermentación y a autenticidad, y es que la cerveza es fabricada apenas unos metros de donde va a ser consumida. “En ningún sitio se puede tomar cerveza más fresca que la nuestra, puesto que aquí se elabora y aquí se consume y sin moverse del sitio guarda todo su aroma.”
“Nuestra carta de cervezas va cambiando, aunque tenemos 3 estilos casi permanentes y ya famosos: nuestra Malasaña Ale, una american Pale Ale ultraaromática, Valverde, un estilo belga una Saison, cerveza bastante compleja y muy bien equilibrada, y la FLIPA, nuestra Indian Pale Ale, bien amarga capaz de satisfacer a los más exigentes lúpuloadictos.”
¿Suena tentador? Lo es. Fábrica Maravillas cuenta ya con un amplio público cervecero adicto a visitarla aasiduamente. “Esto no es una moda, es un estilo de vida”, nos cuentan. Les invitamos a descubrirlo.
La Tape
Cerveza y comida se dan la mano en La Tape para redefinir la relación entre estos dos manjares. Se acabaron los frutos secos, las patatas y los ganchitos: La Tape es un local de auténtica alta cocina donde la cerveza es actor pincipal de la carta. Reinventan así el concepto de local cervecero: no esperes un bar al uso, ya que la atracción protagonista de La Tape es su menú diariamente elaborado que recibe todo tipo de piropos.
“En La Tape nos distinguimos por dos cosas. En primer lugar somos prácticamente la única cervecería-restaurante de Madrid que da la misma importancia a la comida que a la cerveza, y ofrecemos la posibilidad de comer con cerveza artesanal y de maridar los platos con las cervezas adecuadas. Contamos también con un Beer Sommelier, Julio González, que selecciona diariamente una carta con más de 100 referencias en botella y una pizarra con 8 cervezas de barril que van rotando, propone unos maridajes cada semana y aconseja a nuestros clientes.»
Irreale
El Irreale, en Manuela Malasaña, no esconde sólo 16 grifos de cerveza y una exquisita selección gastronómica, sino un amplio conocimiento del producto y una sorprenderte cercanía a la hora de recomendar. Hermanado con una muy cercana tienda, nos ofrece una amplísima oferta de cervezas artesanas para todos los gustos provenientes de micro fábricas de todo el mundo. Desde las clásicas europeas hasta cervezas americanas, noruegas o por supuesto patrias, la porter o stout tienen también un lugar privilegiado en el local. Seas como seas: encontrarán tu sabor predilecto.
“Tenemos una buena rotación tanto en grifos como en nevera, lo que nos permite ofrecer a nuestros clientes un producto de calidad en su estado óptimo. También tenemos una buena carta con platos especialmente elaborados para acompañar a las cervezas, además de un plato especial diario a la hora de comer (de 13:00 a 16:30 h) que no desmerece importancia. Y lo más importante: un grupo de personas que conoce y ama este producto.”
También con talleres y charlas, aseguran que en un futuro se apuntarán al carro de la cerveza de producción propia. Hasta entonces, encontraremos un ambiente variado y relajado, y una selecta carta de comidas perfectamente planeada para casar con tu elección cervecera.
MADRID Y LA CERVEZA ARTESANA
Como ya nos han dicho la cerveza no puede pasar por moda: es un estilo de vida. Tanto en su modalidad industrial como artesana, es una manera de entender el ocio y la gastronomía. Pero es verdad que esta filosofía del lúpulo y la cebada no aterrizó de lleno en los rincones madrileños hasta hace tan sólo unos años. Siempre habían existido referencias, pero sólo se ha abierto al gran público (y viceversa) de unos años a esta parte. Una vez dentro de algunos de estos locales, preguntamos a los experimentados fabricantes y camareros cómo ha evolucionado todo.
“El público madrileño ha tardado en introducirse en el mundo de la cerveza artesana, ya que marcas industriales como Mahou habían hecho un muy buen trabajo en Madrid y estaban muy asentadas en la cultura cervecera madrileña. En los bares, por lo general se tira bien la cerveza de grifo y se cuida la calidad del servicio del producto a un precio muy competitivo”. nos dicen desde La Tape. “Como siempre, ha sido la gente más inquieta y con ganas de experimentar la que ha ido introduciéndose en el mundo de la cerveza artesanal, abriendo así brecha para nuevos públicos. Ahora empieza a ser habitual que en muchos de los bares del centro de la ciudad haya por lo menos un grifo de artesana”.
“El público se ha comportado ante este fenómeno de una manera bastante conservadora», cuenta uno de los socios del Chinaski. «En Barcelona, esta cerveza se acogió en seguida y están al nivel de las mejores ciudades del mundo. En Madrid el proceso ha sido más difícil y más lento. Ahora bien, eso no es necesariamente malo, pues el público de Madrid suele ser más fiel a la larga. Ha sido divertido, y excitante, ver y participar en todo el proceso de extensión de la cerveza artesana en Madrid. De veinte productores a trescientos, de una tienda (Cervezorama, que tuvimos desde 2012) a 20. De bares centrados en cervezas belgas tradicionales a la fiebre de los bares de cerveza «moderna”«.
Desde Irreale concuerdan en este aspecto, y afirman: “Hasta hace 5 o 6 años, la oferta cervecera en Madrid se reducía a cervezas alemanas y belgas, y poco más. La mayoría de locales cerveceros se localizaban en la calle Cardenal Cisneros, pero a día de hoy han abierto numerosos locales en los que se ofrecen estilos hasta hace poco tiempo desconocidos para la mayoría. La gente ha ido viendo que hay más cervezas a parte de una caña, una Paulaner o una Guinness. Incluso personas a las que no les gustaba la cerveza han descubierto que en realidad sí: les gusta puesto que dentro de esta bebida hay tipos muy diversos, con un rango de sabores muy amplio”.
La Fábrica Maravillas presume de su función pedagógica ligada a su naturaleza pionera. Saben que 3 años y pico después de su apertura han servido de guía para público y aficionados: “Éramos conscientes de que íbamos a tener una función pedagógica, en el sentido en que había mucha gente que nunca había probado una cerveza artesanal. Hoy 3 años y pico después, somos testigos del cambio en el perfil del consumidor, más exigente y conocedor de las craftbeers, aunque sigue habiendo gente a diario que no ha probado la cerveza artesanal».
HABLAMOS CON LOS EXPERTOS: ¿INDUSTRIAL O ARTESANA?
A la vista queda: no son iguales. Y nuestro paladar lo nota. El cuerpo, la consistencia y el sabor varían de manera bastante notable de una típica cerveza de marca a una de elaboración artesana. ¿Depende sólo de gustos o hemos educado nuestras papilas gustativas en un rango muy reducido? ¿Cuál podría delatar más calidad?
David Novaes, de La Tape, afirma: “La cerveza artesana abarca muchos más estilos y sabores que la cerveza industrial, que se circunscribe en un altísimo porcentaje a las cervezas rubias de tipo lager cuyo objetivo por lo general es más saciar la sed que ofrecer una experiencia gustativa.La cerveza artesanal se elabora según procesos más naturales y busca sabores y aromas más marcados que permiten así un universo mucho más amplio de experiencias gustativas”.
“La cerveza que nosotros realizamos es mucho más tradicional que la que tradicionalmente se consume, al menos en el método de trabajo. Es una pregunta que me han hecho mil veces y la respuesta no es nada fácil de responder, además cada vez los márgenes son más difusos. A mí no me gusta hacer la diferenciación más que en buena cerveza y cerveza menos buena. Las grandes corporaciones están tan obsesionadas con el marketing y los costes que no suelen atender a la calidad del producto, lo cual no quiere decir que no las haya de muy buena calidad», nos cuentan desde Chinaski.
Estefanía, de la Fábrica Maravillas, cuenta: “Nosotros no creemos que se puedan comparar la cerveza industrial con la cerveza artesana. Son dos productos distintos, desde sus materias primas hasta la forma de elaborarlos. Así que no entramos a valorar si es mejor opción la una frente a la otra, pero estamos convencidos de que cuando alguien prueba y llega a apreciar la cerveza artesanal, es muy difícil que luego se contente con las cervezas industriales.»
Desde el Irreale, sin embargo, nos aclaran una diferencia: “Cuando empiezas a producir en grandes cantidades, se termina renunciando al componente más artesanal. Es inevitable. Muchas industriales además cuentan entre sus ingredientes con el maíz o el arroz, para abaratar costes de producción. Además, por lo generalse centran en un sólo producto: la lager. Esto es como un universo a parte todavía por descubrir. Y mucho más divertido.”
OTRAS OPCIONES
¿Buscando algo diferente? No todo van a ser pubs de inspiración irlandesa o modernos brew pubs industriales. Madrid esconde tantas opciones como rincones castizos, y aquí te proponemos alguna manera diferente de disfrutar del dorado líquido. Escondida en la Calle de Ruda, a muy pocos pasos del Metro de la Latina, se encuentra La Tienda de la Cerveza . Y es exactamente lo que parece prometer, pero con un punto más: te acogen con los brazos abiertos para que degustes allí mismo tu cerveza recién comprada. ¿Qué conlleva? Un rango de precios más asequible que una cervecería al uso en un muestrario que abarca más de 600 cervezas. Su amable personal te asesora en todo momento, y son habituales los cursos de homebrew, las catas a ciegas, las excursiones a fábrcias y otros talleres para auténticos apasionados. En calle Delicias puedes encontrar una apuesta muy similar, Cervecissimus, con barra de degustación, catas de cervezas, Growler Station…y hasta 300 apuestas. ¿Otros nombres imprescindibles? Cervezorama, donde venden cervezas y kits de elaboración propia en plena Calle Aguileta, o el Labirratorium, en Calle de Blasco de Garay, que también te permite realizar compras online.